"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

sábado, 5 de julio de 2014

Lectura Recomendada: "El ladrón de meriendas" de Andrea Camilleri


Tercera entrega de la colección de Montalbano. Dedicada a su amigo Flem, será la que más afecte a su vida privada, de las tres mencionadas - véase "La forma del agua" y "El perro de terracota" -. En ella acontecerá la muerte de su padre, el anuncio de boda y la adopción del chiquillo protagonista - el ladrón de meriendas -, François, tras el asesinato de su madre (Karima).
Por primera vez, estarán implicados los servicios secretos italianos - en connivencia con los tunecinos -, representado por el coronel Lohengrim Pera, a quien Silvio le aclara contundentemente:" Se puede meter en el trasero nuestro Estado común. Usted y yo tenemos conceptos diametralmente opuestos sobre el significado de nuestra condición de servidores del Estado, prácticamente servimos a dos estados distintos. Por consiguiente, le ruego que no me equipare su trabajo con el mío" (pág. 210).
Montalbano inteligentemente - se apoyará en el libro de Le Carré, "¿Llamada para un muerto?" y en su instinto de caza que diría Dashiell Hammett - superará todas las adversidades y dará con las claves que unen los asesinatos del señor Lapecora ("era todo un caballero"), Ahmed Moussa (en el barco pesquero Santopadre), Karima ( su perfume Volupté será fundamental ) y la abuela Aisha.
Pero el protagonista será el hijo de Karima, François, que enamorará a todos por su inteligencia y sentimientos. Sobre todo, a Livia quien desea casarse con Silvio Montalbano y tener descendencia. La confesión de Silvio a su novia estremece: "Yo perdí a mi madre cuando era más pequeño que él. El llanto desconsolado de algunas noches, con la cabeza bajo la almohada para que mi padre no me oyera; la desesperación de las mañanas cuando sabía que mi madre no estaba en la cocina preparándome el desayuno o, unos años después, el bocadillo para la escuela. Es una ausencia que jamás se llena, la llevas contigo hasta la muerte"-págs. 147-148-.

Personajes populares de Vigata que intervienen:

* la señora Cosentino ("una pelota bigotuda de irresistible simpatía");
* su amigo, el periodista Nicolo Zito de Retelibera (rojo de pelo y de ideas);
* la señora Gaetana Pinna ("la de las piernas como troncos de árbol");
* el sargento Lagarià (era un fornido cincuentón con el cabello cortado a cepillo y gafas de montura dorada; a Montalbano le cayó bien enseguida);
* la señora Antonietta (cincuentona que siempre se teme lo peor: "¿qué tipo de peor? Cualquiera, pero siempre lo peor"-pág. 36);
* la señora Vasile Cozzo (septuagenaria muy bien vestida en una silla de ruedas) quien representará lo mejor de la Italia que lucha contra la corrupción. "Durante varias décadas, la gente honrada de aquí no ha hecho más que repetir que la mafia no era asunto de su incumbencia, que era cosa de ellos. Pero yo a mis alumnos les enseñaba que "no vi nada, no sé nada" era el peor de los pecados mortales. Y ahora que me toca a mí contar lo que he visto, ¿me echo atrás?"- pág. 57);
* la viuda de Lapecora ("tiene un cerebro tan exacto como un reloj suizo y tán rápido como un ordenador").


Platos a destacar en esta obra:

* sardinas al horno rellenas con anchoas, cebolla, perejil y pasas;
* merluza con salsa de anchoas ("Haz lo que quieras. Pero no me hables, te lo digo como hermano y por tu bien, no hables por ningún motivo. Si me interrumpes mientras me como esta merluza, soy capaz de estrangularte" - pág. 30);
* carne de buey guisada en vino blanco con salchichas y verduras;
* rodaballo al horno con orégano y limón caramelizado;
* pastel de chocolate amargo con salsa a la naranja;
* lubina rellena con salsa de azafrán ("le cortó la respiración y lo dejó asustado").

Merece mencionar su sincera despedida desde la distancia al padre. Se querían a rabiar pero no habían logrado comunicarse. ¿A cuántos nos ha pasado? "Qué era, pues, lo que había fallado? Puede que hubiera habido entre ambos una ausencia total de comunicación, nunca conseguían encontrar las palabras adecuadas para manifestarse mutuamente sus sentimientos"(pág. 197).

P.D. Cada entrega nueva se hace más humano Montalbano. Se comprende el éxito editorial que Andrea Camilleri ha conseguido en el mundo entero. La cuarta entrega, "La voz del violín", la empezaré una vez llegue a Galicia. SALUD.




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